jueves, 15 de enero de 2015

Betty II

Mi frente sudaba, ardia bajo el sol del mediodia, toda la mañana habia estado buscando leña en el bosque, pero estaba exahusta ya, por suerte, al llegar, mi casa seria la cocina de unos deliciosos conejos asados para mi y el pequeño Pan, el cachorro de lobo gris que hace un buen tiempo halle herido en la rivera del arrollo que pasa cerca de mi calido hogar; fue un buen partido haberle ayudado, ahora me sigue a donde vaya y se, que cuando crezca, me protegera de los depredadores y hasta me ayudara a cazar, pues he visto que los lobos grises de ahora parecen osos a los que recuerdo de hace mil años.
Un pajaro cruzo rapido el cielo, gritaba algo, pero no le alcanze a oir. Sus alas batian freneticas y sonadaba el cielo ligero como una hoja. Sabia que era: un oso. Tome a Pan, él empezo a ladrar pero lo hice callar (extrañamente me obedece como si discerniera como una persona), empuje los leños hasta un tronco hueco y me meti en el. Luchar con un oso no es una opcion, solo saldria muerta y Simon me necesita.
No lo vi, pero oi sus pisadas: eran fuertes y pesadas como si realmente fuese un gigante. Como llego se fue, al parecer seguia un rastro, pues ni se acerco a mi escondite, debia tener en la mira una presa mas grande y jugosa que yo y Pan juntos. Solte a Pan y este salio de brinquitos, luego sali yo y tome los leños, retomando mi camino.
Llegamos al arrollo. Lanze los leños a la otra rivera y pase. Pan cruzo el rio de unos saltos y me siguio. Subi la pequeña pendiente que protegia mi cueva de intrusos inesperados y traspase en bosquesillo de fresnos tupidos que escondia la cueva y brindaba una ultima proteccion de mirones. Pan me acerco los conejos agarrandolos de las patas traseras, evitando dañar la carne rica con sus dientes (ese cachorro debe tener una o dos neuronas de intligencia, creo yo), mientras yo encendia la fogata con los leños... El fuego... ¿El fuego le hara daño a Simon cuando usa la corona?... Es mejor que no piense en Simon sino quiero llorar.
Antes de partir, yo ya habia despellejado y limpiado un poco los conejos y los habia lavado y guardado enrrollados en una manta para que ningun animal los robara; eso me habia ahorrado bastante tiempo que no queria darme el lujo de perder, el hambre me mataba.
Tome unas varas largas y delgas, y empale a los conejos, colocandolos sobre unas ramas que elevaban un poco los conejos de las brasas espere a que estuivesen listos. Mire al cielo, era azul, ya no estaba aquella espesa nube de smog que siempre habia al ver al cielo, ahora todo era mas limpio que antes. Tal vez la guerra fue buena despues de todo... una figura cruzo rapido el cielo. Observe bien, parecia una nave y venia por mi. Entre rapido a la cueva y apage el fuego. Pan me siguio y nos escondimos en lo mas profundo de la cueva. No deseaba visitas, no queria amigos, solo salvar a Simon, y las personas curiosas pueden entorpecerme el trabajo, tratando de sacarme informacion y haciendome preguntas que no se responder...
Las copas de los arboles batian violentamente, las astas de un helicoptero soplaban con gran fuerza. Una figura delgada y alta de bajo, el sol y las enredaderas que cubrian la entrada de la cueva no me dejaban ver bien. Se acerco y entro, usmeo mis cosas como si le pertenecieran ¿Quien se cree para hacerlo? Pan ladro, pero le tape la boca, pege el brinco y me encogi lo mas que pude para que no me viera. Avanzo a donde estaba yo y me miro.
-Sal de ahi, se quien eres-sus voz era joven, podria jurar que parecia de una joven de 23 años.
No respondi, no lo haria, no saldria, sabia que esa chica me llevaria con ella y me interrogaria sin fin, asi es siempre.
-Se que eres Betty Grof, la prometida de Simon Petrikov, ahora el Rey Helado.-Si sabia quien era despues de todo, pero no saldria, ya sabia que queria de mi- Sal, no te hare daño. Soy la Dulce Princesa y soy cientifica al igual que tu.
¿Dulce Princesa? No la conosco... tal vez pueda... ¡No! solo viene por algo que yo no tengo, no voy a salir.
-Bien, me ire... pero lastima, tengo el sintetizador que necesitas.
¿El sintetizador? ¿Estubo urgando mis anotaciones?... Si relamente lo tiene, me sera de mucha ayuda, hacerlo de forma manual es muy tediosa.
-Espera...-dije saliendo de mi escondite mientras Pan saltaba y olia a la tal "Dulce Princesa".
-¡Al fin te encuentro!-dijo ella-Hace un buen rato que te busco en toda Ooo.
Era extraña, su piel era rosada, con una consistencia gomosa y chiclosa, ademas olia a fresas. Pan la mordisqueo un poco y a ella parecio dolerle, pero lo empujo con su pie.
-¿Que quieres de mi?-pregunte de forma dura.
-Acompañarme-su actitud era muy optimista-Lleva las cosas que necesites y cargalas en mi helicoptero.
-¿A donde me vas a llevar?
-Al Dulce Reino... ¡Ah! y si quieres, puedes llevar a ese cachorrito.
Asenti, recogi mis libros y los cuadernos y me los lleve. Monte a Pan y luego mis cosas. El helicoptero era muy moderno, mas aun que los que recuerdo de hace mas de 1000 años en la guerra, estaba totalmente cerrado y parecia mas un auto, pues era comodo y olia bien, cosa que no es normal en los helicopteros. Cuado me sente, la Dulce Princesa elevo el helicoptero sobre el bosque hasta las nubes, me hacia recordar a la alfombra voladora, lastima que esa quimera me la despedazo tratando de comerme.
La cueva quedo rapido atras, el helicoptero era muy rapido y, al darme cuenta, ya estabamos aterrizando. La tecnologia habia avanzado mucho en estos 1000 años.
Todo era dulce, lleno de muchos y vibrantes colores. Los arboles eran de algodon de azucar, el pasto era como regaliz color pastel... era muy fantasioso, muy colorido. Mis ojos estaban expectantes ante la luz, ante el color, ante todo, era mi sueño ver un mundo tan dulce.
-Bienvenida al Dulce Reino-dijo la Dulce Princesa, abriendome la puerta.
-o-
-Te puedes quedar en el castillo, te reserve una habitacion solo para ti-me dijo mientras abria una puerta hecha de chocolate con un pomo de baston de dulce- Cuando supe de tu llegada, pense que era algun tipo de distorsion dimensional, pues mis sensores estaban vueltos locos, pero eras tu... menos mal... si era otra cosa de otra dimension, no se que hubiese hecho.
Observe mi habitacion. Era grande, tenia una cocina y un pequeño mayordomo de menta. La cama estaba en otra habitacion y habia un balcon muy lindo frente a la sala.
-Gracias-fue lo unico que dije.
-No hay de que-me respondio-Si me necesitas, dile a Mini-mentita (asi se llama él) que me busque y vendre ¿OK?
-OK.
Meti mis maletas, pero Mini-mentita, las llevo a la cama.
-Yo puedo-le dije.
-No, yo le ayudo, mylady-me respondio.
¡Y habla! Es divertido tener un pequeño mayordomo de menta. Es muy tierno.
El dia lo pase en mi habitacion. Era mas comoda que la cueva, pero me sentia rara en las comodidades hogareñas, el sudor de mi frente y la soledad del bosque ahora eran esas comodidades, y las disfrutaba, eran mi rutina. Mini-mentita saco mi ropa de las maletas y guardo mis libros y cuadernos en una estanteria que habia en la sala.
Me eche en mi cama. Queria acostarme, solo acostarme, queria despejar mi mente, solo eso. Pan se subio a mi cama y se acurruco a mi lado. El parecia disfrutar nuestro nuevo hogar, parecia estar muy comodo. Sin darme cuenta, me quede dormida. La cama era tan comoda que me dormi sin saberlo, a diferencia de mi cueva, que tan solo eran un monton de mantas arrumadas una sobre la otra haciendo una especie de colchon.
El sol me desperto filtrado entre las cortinas. Pan se habia echado frente a la puerta esperando a que me despertara y abriera la puerta. Mini-mentita me preparaba el desayuno. Me sente en la mesa del comedor y él me sirvio el desayuno.
-Gracias-le dije y el me sonrio.
-La Dulce Princesa esta en su laboratorio-me dijo, adivinando mi pensamiento.
Luego de comerme mi desayuno, no dude en bajar a su laboratorio, sabia donde quedaba gracias al pequeño tour que me dio ayer antes de llevarme a mi departamento. Todos los que se cruzaban conmigo me saludaban alegremente, pero se que sorprendian de que yo fuese humana. Por lo visto, aquel niño que vi en la biblioteca de Simon es el unico humano, ademas de yo, en esta nueva tierra, porque no he visto mas de nosotros... ¿Pero como pudo sobrevivir a la Guerra? ¿Hubieron sobrevivientes? Por lo que se y he visto, fue muy cruel y despiadada...
Escuche ruidos muy extraños al llegar a su laboratorio, mejor dicho, al llegar a sus puertas. Una luz verde se colaba entre las puertas... me recuerda a las bombas, y a ese... Lich. Me daba miedo, pero no debia ser nada malo, no creo que lo sea. Entre, pero solo resulto ser un farol. La Dulce no estaba, asi que revise un poco el entorno. Habia todo lo que necesitaba: tubos de ensayo, sintetizadores, muestras, computadoras, centrifugadores... todo, era muy completo su laboratorio. Me apoye en una mesa y sin querer movi un tubo de ensayo que se tambaleo... pero no se cayo, se tranco en medio camino, era una palanca. Una parte de la pared se corrio dejando ver un pasaje secreto. Era oscuro y respiraba un aire frio; la bombilla del laboratorio apenas si iluminaba el pasaje. Me imagino que es un escape por si alguien trata de atacarle y necesita escapar sin ser advertida. No iba a pasar, pero oi la voz de la Dulce Princesa y segui, si ella estaba ahi, no creo que sea algo malo.
Decia algo de informatica, pero pronto cayo. Me imagino que me escucho y ahora viene por mi ¿Y si oculta algo? Al llegar al final del pasillo me encontre con una puerta, esta era de madera y estaba trancada, pero habia una ventanilla y me asome por ella. Lo que v, me quitaron las ganas de trabajar con ella: investigaba la corona... pero era solo un holograma, podia ver la frecuencia de proyecion como si fuera un televisor viejo; habian varias pantallas en el castillo de hielo de Simon, detras de ella y, al parecer, el no sabia nada de ellas.
Vio hacia mi direccion y yo me eche hacia atras, ella se acerco lentamente a la puerta, pero sali corriendo ¿Que queria ella? ¿Le queria robar la corona? ¿Por eso me queria? ¿Acabar con la magia de la corona sin que Simon muriera? ¿Que quiere ella? Sli del pasaje y cruce el laboratorio, subi de nuevo a mi cuerto, tome a Pan, algunos de mis libros y mi ropa y salte desde el balcon a un tejado. No me fije si me seguia, pero se que lo que vi no lo debi ver... Pan estaba descocertado, ladraba y ladraba sin parar, pero lo calme. Cruce una de las puertas, burlando a los guardias de banana.
Creo que es momento de cuidar mejor mi espalda, ya no puedo confiar en nadie, en nadie...
-Espera-oi la voz de la Dulce Princesa a mis espaldas.
Efectivamente. Estaba parada frente a la puerta y me miraba con preocupacion.
-No te voy a hacer daño.
-¿Como se si puedo confiar en ti?-le pregunte.
-Lo que vistes no es nada malo.
-¿Entonces que era? ¿Un juego?
-Solo quiero ayudarte.
No lo creia, no podia, lo que vi era mas que claro: quiere acabar con Simon.
-¿Y porque tenias todo eso? ¿Porque lo espias?
No hubo respuesta, estaba en lo correcto.
-Te dejo dos opciones-me dijo-puedes irte y no volver nunca al Dulce Reino o puedes quedarte y olvidar lo que viste alla. Decide.
Sin decir nada, me fui, no queria tener nada que ver con un lio como ese, ya no. Ya no confiaria en nadie aqui, solo me centraria en Simon, en ayudarlo, solo en eso.

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